El mundo virtual que estamos viviendo ha superado incluso lo que años atrás pudimos imaginar. Pero, además de mejorar nuestra vida diaria, ¿cómo lo están aprovechando los negocios?
La Realidad Virtual (VR) y Realidad Aumentada (AR) nos hacen tener a la mano un mundo que antes sólo era posible ver en películas; ya sea con un Cardboard de Google (VR) o bien en nuestros teléfonos inteligentes jugando Pokémon Go (AR).
La Realidad Virtual puede llevar a los ojos humanos a lugares difíciles, peligrosos o físicamente imposibles para el cuerpo humano; mientras que la Realidad Aumentada puede proporcionar una gran cantidad de información contextual y orientación en el momento preciso y el lugar que se necesita.
Estas características han hecho que las dos tecnologías sean consideradas en campos tan diversos como la medicina, las operaciones de almacén y el comercio minorista. Y sí, las posibilidades en estas áreas son tan impresionantes como te lo puedes imaginar. La VR ha estado relacionada más al mundo de los juegos; mientras que la AR ha encontrado un mayor uso en el mundo empresarial.
Digi-Capital prevé que, si bien las empresas de VR generarán 30 mil millones de dólares en ingresos para 2020, las compañías de AR generarán 120 mil millones, ganando cuatro veces más que la VR. Estos números son enormes, y si bien su tendencia va al alza, todavía no existen líderes de la industria, pues no hay ninguna garantía de que los principiantes en el mercado como Oculus de Facebook, Gear VR de Samsung y Vive de HTC seguirán existiendo.
Debido a que las tecnologías ofrecen más información y una mejor experiencia de compra con menos esfuerzo, el comercio electrónico va a dar lugar a V-Commerce, donde la gente investiga, interactúa y comparte productos en VR y AR antes de ordenarlos en línea o ir a una tienda para hacer una compra. Los consumidores ya se están acostumbrando a estas tecnologías, por lo que el desafío de las empresas es saber cómo incorporarlas a sus procesos de compra.
Algunos ejemplos de nuevas experiencias de compra:
Minoristas online de gafas ya permiten a las personas “probárselas” virtualmente y compartir las imágenes con amigos para obtener sus comentarios, pero eso es rudimentario en comparación con lo que está emergiendo.
Boutiques de ropa están experimentando con espejos AR que toman las medidas del comprador y recomiendan looks.
La casa de diseño Dior utiliza los lentes Oculus Rift de realidad virtual para que sus clientes vivan un desfile desde casa, sin tener que volar a París.
La diseñadora británica Allison Crank ha creado un centro comercial experimental de VR. A medida que la gente camina a través de él, se encuentran con personas y tiendas que el comprador desea ver, esto gracias a su información de compra y datos demográficos.
Está claro que estas tecnologías ya están generando un gran impacto, tanto en el negocio, como en sus consumidores. Los pioneros en VR y AR, harán que el servicio al cliente sea más preciso, personalizado y relevante, reducirán el riesgo humano y mejorarán la seguridad pública. Ellos racionalizarán las operaciones y romperán los límites físicos. Porque esto es sólo el comienzo.
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